lunes, 28 de enero de 2008

Una amiga habilidosa

Este es el tan esperado video de mi viaje a París. Esta fue una noche divertida, sin nada más que cigarrillos y tontería; sin alcohol, drogas ni nada por el estilo...
Diana, la artista del arte de liar, la cámara Gema...y yo y mis comentarios ácidos...

Ale chic@s unas risas a mi salud: http://www.youtube.com/watch?v=dAX9mUfZd7c

domingo, 13 de enero de 2008

Con cariño sincero, un romancero: LA BATALLA DE TROYA

Ante ustedes me presento
Buenas noches, soy Homero.
Ups, de los que viven del cuento
este de aquí fue el primero.

Me llaman el poeta ciego,
que no se extrañe la gente.
Después de un wisky con hielo,
me pongo muy impertinente.

Soy famoso en occidente
por la Batalla de Troya.
La conté divinamente
porque estuve allí en persona.

De la guerra y los desfiles
guardaba un vago recuerdo,
pero la he visto en el cine...
y ahora si que no me acuerdo.

No íbamos tan elegantes,
no había tanta gente allí,
la playa no era tan grande
Allí no estaba Brad Pitt.

Aquiles no era un portento.
Aquiles era normal.
y Aquiles...cuento al momento
lo que sucedió en verdad.

Menerao, Rey de los griegos
y Helena, su bella esposa
dieron un festín palaciego,
una cenita amistosa.

Invitaron al evento
al jefe de los troyanos
su enemigo de hace tiempo.
El ambiente no era sano.

Mientras su esposo fardaba
de armamento de alucine,
Helena con sus exclavas
se acercó por los jardines.

Allí conoció a un troyano,
con su casco y su penacho,
de esos que besan la mano,
¡muy agradable el muchacho!

"Soy Paris, digno heredero
¿podríamos dar un paseo?"
Se la llevó de crucero
por islas del Mar Egeo.

El marido de la esposa
pronto recibió un papiro,
un mensaje de su esposa:
"Aún te quiero: como amigo".

El amo llamó furioso
a Aquiles, Potroclo, Ulises
que eran héroes musculosos
y guapos como San Luíses.

Se moría por combatir,
y usando razones necias
convenció a todo el país.
Le dió coba a toda Grecia.

"No es sólo por mi mujer,
invadiremos su Estado
para así echar del poder
a un tirano que es muy malo.

Mandaré a la sexta flota,
le ganaré en media hora"
Pero la historia fue otra
frente a las puertas de Troya.

Actitud desafiante
en su estandarte advertí.
Un cayetano crampante
y una leyenda...¡pa' tí!

"He venido desde Esparta
porque esa mujer es mía.
Helenita, para casa,
¡Que no tengo todo el día!"

Salió Paris, el troyano.
A su lado estaba Helena,
agarraditos de la mano.
Imagínense la escena.

Respondió en tono sumiso:
"Yo seré Helena de Troya".
y firmó su compromiso
dándole un beso en la...espada

"No quisiera ser injusta,
aunque me encanta tu estoque
la que en verdad me gusta
es la espada de Democles"

La batalla era el remedio
para liberar a Helena.
Diez años duró el asedio
¡fíjensé si estaba buena!

Construímos la fortaleza
en la playa nudista
y para tan grata empresa
me ofrecí de contratista.

Carpinteros, albañiles..
y mi propia comisión
la pagó mi amigo Aquiles
que nos extendió un talón.

Malviviendo en esa playa
diez años de resistencia
no acababa la batalla:
¡se agotaba la paciencia!

Melenao clamaba al cielo:
"No consigo lo que quiero,
Zeus mío, como echo de menos
las croquetas del puchero"

Se puso el casco, la espada
y la armadura de bronce
una vez fue consumada
la última sopa de sobre.

"Paris, la guerra cruel
para ambos es un suplicio.
Devuélveme a mi mujer,
firmemos el armisticio"

Cuando escuchó en la ladera
la respuesta de un cateto
comprendió que Grecia entera
le había perdido el respeto.

"Ya han pasado diez inviernos,
y Helena no se está quieta.
Melenao, tienes más cuernos
¡que el minotauro de Creta!"

"Tengo que acabar con esto,
decidiremos luchando:
nuestro Aquiles, contra Héctor"
Un héroe por cada bando.

Héctor saludó elegante,
Aquiles lanzó de frente
hiriendo a su contrincante
en el bajo vientre.

Casi no nos enteramos
¡Qué breve fue la disputa!
entre Héctor, hijo de Príamo
y Aquiles, hijo de...

Sucedió lo más probable
porque nuestro campeón
era todo invulnerable.
Todo, menos el talón.

Si ahí le daban un flechazo
acababan con su vida
¡Y se coló el mamonazo,
con dos sandalias de Adidas!

Era una de sus tonterías.
¡El talón al descubierto!
¡Al verlo no lo creía,
me voy a cagar en sus muertos!

Paris, desde la muralla
tomó el arco de Artemisa.
Viendo el fin de la batalla
el pueblo le metía prisa.

"Aciértale en el puntillo,
en uno de sus talones"
¡Anda, mira que es sencillo,
aciértale tú con los cojones!

Disparó bajo presión
y aunque parezca increíble:
acertó en pleno tendón
a Aquiles El Invencible.

Toda su fuerza al garete
¿por un pie?, yo me lo explico
si me pisan e juanete
lloro como un niño chico.

A la orilla, junto al mar
se oyó su último monólogo:
"Cuando lleguéis a mi hogar,
pedorme cita en el podólogo".

Daban saltos de alegría,
se las prometían felices,
pero les sorprendería
toda la astucia de Ulises.

Ulises era un tío serio
de esos guerreros de Itaca,
que agudizan el ingenio
cuando de joder se trata.

"Entraremos a por ellos,
en algo, ande o no ande".
Se acordó del refranero:
"¡En un caballo mu grande!"

"Sólo habrá una traca:
celebrar la victoria.
Le pondremos una placa
con una dedicatoria"

La placa decía, en resumen:
"Con cariño va un regalo
para el pueblo que presume
de afición por el caballo"

Escondido en esa mole
apiñados, con mi gente
no me aguanté y dije: "¡Ole!
¡vamos valiente!"

Por fin entramos en Troya,
no me importó la manera:
yo iba dentro de la polla
del caballo de madera.

Hasta la noche esperamos,
y cuando todos dormían:
salimos y les matamos.
Derrochando valentía.

Un paraje desolado
100.000 víctimas mortales,
que engrosaron el listado
de daños colaterales.

No quedó en pie un solo muro,
ni una piedra.
Desde luego
¡Les dimos bien por culo!(de eso sabemos los griegos)

El gran caballo: incendiado.
Sentí una pena muy honda.
¡Con lo bien que habría quedado
en medio de una rotonda!

Regresamos a las naves
cuando subió la marea.
Por si alguien no lo sabe:
la vuelta fue una Odisea.

Me llaman. Ese es el toque.
Me reclaman con trmpetas.
"¡Ulises! no te Sofocles,
que me quedan tres cuartetas!

No soy griega ni espartana.
No pertenezco a ese mundo aciago.
En verdad, soy toledana
vivo en la calle Pozo Amargo.

Cuanto dije aquí es mentira.
Todo esto fue una estafa.
¿Cuando se ha visto en la vida
a una espartana con gafas?

Y aunque hablé sobre el pasado
la guerra es una desgracia
y el cuento no ha terminado.
Adiós. Muchas gracias.