miércoles, 12 de marzo de 2008

La de vueltas que da la vida...

Los que seguís con atención mi blog (gracias chic@s) sabréis que, en general, no estoy demasiado entusiasmada con el caráter de los franceses, sobretodo los de tercer año (esto es, los mayores) porque son bastante maleducados y resumiendo, tienden a creerse la crème de la crème de la sociedad, simplemente por el hecho de ser veterinarios (que como digo yo, una semanita trabajando en el campo en España y se les bajan los aires a ritmo de samba!). Pero rien à voir (nada que ver, para introduciros en las frases vulgares de Francia ;)) con los chavales de primero y segundo. Éstos son más humildes y tienden la mano al primero que ven con problemas. Puedo decir que tengo mejores conocidos en los cursos más bajos que en los altos (triste, pero es un comienzo).

El caso (que me voy por la tangente) es que ahora andan todos los chavales con lo de las becas erasmus y, aunque parezca mentira, la mayoría han solicitado España (y eso que nos odian a muerte!). Estoy recibiendo e.mails a mansalva, en plan prolificidad china, para preguntarme cómo son las cosas allí, para que les ayude con la correspondencia de asignaturas (porque la coordinadora no tiene ni puta idea), para que les diga si es más fácil o no, y multitud de preguntas que en algunas ocasiones no se ni qué contestarles: "¿Allí las cosas son más baratas? ¿la residencia está en la universidad? ¿hay transporte público?" y claro, yo me río, pero son las mismas preguntas que yo me hacía y que no podía ni preguntarlas porque no tenía a NADIE que me ayudara con estas cosas...

Así pues, me he convertido sin quererlo, en una agente de relaciones internacionales Francia-España especiaizada en el sistema educativo de ambos países, cuando es de sobra conocido que odio con todo mi ser el sistema cultural de nuestro amado país. En muchas ocasiones me tengo que morder la lengua para no criticarlo (y sicho sea de paso, no tengo ni idea de cómo hacerlo en francés) e intentar ser lo más objetiva y realista posible. Si bien incito a los de primero a irse a España, a los de segundo no, dado que ellos nos superan por amplia ventaja en el sistema de prácticas y, ciertamente, me molestaría que se perdieran su sistema por probar uno que, hablando en plata, no le llega ni a la altura del betún al sistema de prácticas que con tanto énfasis nos enorgullecemos en nuestra Excelentísima Universidad Complutense de Madrid de Ciencias Veterinarias.

Para los nuevos erasmus con destino a Madrid: Alea jacta est.

lunes, 10 de marzo de 2008

El videojuego d'Ógab

El que más y el que menos ha jugado alguna vez a un videojuego. Unos, como yo, se quedan en los antiguos o en los clásicos, véase el tetris por ejemplo. Pero otros se actualizan y se compran grandes ordenadores que sean capaces de mostrar la calidad de gráficos que éstos traen o que posean la fuerza necesaria como para el videojuego funcione tan bien que realmente les haga creer que se encuentran dentro de ese "otro mundo" en el cual siempre son los protagonistas.

Bien, si analizáramos estos últimos, nos daríamos cuenta de que son una excelente metáfora de la vida que cada uno vive; ya que cada uno es el protagonista de su propia vida y en ella hemos de superar una serie de pantallas, fases, partes o como narices se las llame ahora (ya he dicho que a mí del tetris no me sacan), que se ha de superar una prueba final para poder guardar lo que se ha hecho en la fase anterior (vendría a ser el pasado, las experiencias y la memoria) y que según avanzas trae consigo alegría, frustración, estancamiento...vamos, la vida misma. La única ventaja de los videojuegos es que:
- si nos cansamos, dejamos de jugar o cambiamos de juego.
- si nos matan, podemos volver a intentarlo.
Por desgracia la vida no nos deja hacer esto; si nos cansamos, nos jodemos; y si nos morimos, pues...

Siempre he pensado que la gente que llega a pensar que realmente tal metáfora es cierta, se desliga de la gente de alrededor (amigos, familia, entorno) y piensa realmente que los errores que ha cometido no son importantes porque puede volver a repetir esa pantalla y, al fin, pasársela.

Existen muchas ayudas en los juegos, y el que es realmente bueno (esto es, ha pasado mil horas delante de ellos quebrándose los sesos para pasar una trampa o una pantalla, o ya sabe muy bien de qué va la historia) las identifica al instante, no duda, tira para delante porque sabe exactamente lo que va (o puede) ocurrir. Insisto, por desgracia, la vida no es así.

Hay una serie de personajes, en determinados tipos de videojuegos, que tras meterte una charla te obsequian con algo, o se obsequian a ellos mismos ya que son la clave para solucionar algo en un determinado momento; después, será el propio jugador quién decida seguir con esa ayuda o no, utilizarla o no, o simplemente saltarse esa parte porque en ese instante tal personaje no es, ni de lejos, útil a su objeivo.

Bien. Dicho esto, he de decir que en una de las pantallas de mi vida he sido ese personaje incordioso en la pantalla de la vida de otras personas; la mayoría de ellos me han cogido como compañera de aventuras y yo les he dado lo mejor de mi personaje, ya sea mi sabiduría, mi compañía, mis ideas o, simplemente, la clave para pasar de pantalla. Sin embargo ha habido una vez, participando en el juego d'Ógab, que ni siquiera he tenido la oportunidad de dar esa charla que da mi personaje al principio...sí, se lo que andáis pensando; efectivamente, dolida y frustada sería poco para definir lo que siento; pero bueno, no pasa nada.

Ógab, en mi videojuego me supuso un buen reto mental y cultivar determinados fallos de mi personaje para convertirlos en virtudes; véase la paciencia, la fuerza, el aguante y la habilidad.

Sólo decir que, si bien Ógab en mi juego fue una figura de primeras muy valiosa, con el tiempo la he terminado abandonando por caer en la cuenta de que traía más problemas que alegrías y que no quedaba muy claro si boicoteaba mi paso de pantallas o me daba la clave para pasarlas.

Sin embargo, estoy segura de que yo en su juego hubiera podido ayudarle, no solo como compañera de viaje, sino porque al eliminarme de primeras, no pudo ver que mi habilidad y fuerza le hubieran ayudado a enfrentarse al monstruo que le espera al final de la actual pantalla.

Por desgracia la vida no es un videojuego. No se guardan pantallas ni se tienen, en la mayoría de los casos, segundas oportunidades. No podrá pasar de pantalla, porque él sólo no reúne las características necesarias para validar la pantalla y guardarla.

Tendrá que cambiar de juego.

martes, 4 de marzo de 2008

Paseíto con amor y cariño por Lyon...República Checa-Eslovaquia-España



¡¡Qué fin de semana más chulo!! Decidimos salir de nuestro enclaustramiento lléndonos a Lyon Bea, Katka (eslovaca), Janik (checa) y yo...hablando en francés claro, por si alguno lo dudaba...

Cogimos el bus de las 7 de la tarde caminito de Lyon y ya decidiríamos qué hacer una vez en Hôtel de Ville (ayuntamiento). Yo cené en un kebab cerca de la plaza de Terraux y decidimos ir a un barecillo a tomarnos algo...¿pero cuál?...teníamos uno de estética azul y otro de estética roja: Katka y yo lo decidimos a !piedra-papel tijera!. Perdí. Estética azul.


Bea y Katka

El bar, al llegar, nos dio la bienvenida con una maravillosa bandera muticolor de espíritu gay...pero era baratillo y nos sentamos allí en la calle, a echarnos unas risas y a hablar de lo divino y lo humano.

Tras ello, al café Sevilla (un pub que pone música española y de ambiente agradable no muy lejos del centro de la ciudad)...cayeron dos jarras de litro y medio en menos de hora y media. Imaginaos cómo salimos de allí. Pedimos al camarero, que estaba de muy buen ver, que nos hiciera una foto...cual fue mi sorpresa que ¡me llevé incorporada una foto en primer plano de él (por cuenta propia, se la hizo él mismo!)



Katka, Bea, Yo y Janik

Y rápido rápido, corriendo corriendo, a Gorge de Loup para coger el bus de las 12 (el último) y volver a la residencia. Se nos acercó un francés a pedirnos tabaco y se quedó con nosotras hablando. Coincidimos en el bus también, dado que cogíamos el mismo...la escena se pintaba dantesca ya con este niño, pero se tornó irreal cuando el chico que estaba sentado a nuestro lado se nos puso a hablar y a contarnos cosas graciosas sobre los franceses.

Al bajar del autobús, cada uno de los chicos llevaba firmada una postal-free de un m-m's desnudo con las maravillosas referencias de: "01/03/08, bus 72/98, ligne de nuit...les espagnoles, la chèque et la slovaquie).

Sin duda, otro de mis días absurdos. ¿Quién da más?