Porque todos los finales son el mismo repetido...

Hola cielo (no te dejaré de llamar así):

Te escribo esto con lágrimas en los ojos, y con el corazón agarrotado, pero no hay problema; como dice mi santo padre, mayores imperios han caído.
No te negaré que esto me ha hundido un poco más de lo que esperaba y que hoy no dormiré bien, pero sé que lo superaré (soy fuerte, aunque siento y padezco, como puedes comprobar), y también continuaré hablándote (te prometí que no acabaría así, y lo haré; te dije que no eras como los demás, y no me has defraudado).

Tampoco te mentiré diciendo que pensé y sigo pensando que serías el padre perfecto para mis hijos, y que hubiera renunciado a todo por estar contigo, porque te lo mereces, eres una bellísima persona y espero que no cambies nunca; sólo espero, y lo digo con el corazón en la mano, que encuentres a una chica que te haga sentir al menos, la mitad de bien de lo que tu me haces sentir.

Tampoco negaré que has sido la única persona a la que he dejado entrar de lleno en mi corazón, y a la única que he querido de verdad y que no fuera de mi sangre; jamás has jugado con mi corazón, ni siquiera ahora, en este momento tan difícil. No te consideres un cobarde por enviar tus palabras en un correo ni por no saberlo hacer mejor, la certeza de hacerlas bien sólo la tienen aquellos que no han tenido que dar explicaciones por sus actos.

Quiero hacerte saber que siempre ocuparás un lugar en mi corazón, que es tuyo, porque te pertenece y siempre lo hará; y también, mal que me pese, que nunca lo sustituirá nadie; otro lugar, desde luego, pero ese, nunca. Llevaré conmigo, a cuestas, los momentos más felices que he vivido contigo y las situaciones en que has estado a mi lado.

No dudes, ni por un segundo, que estaré siempre que me necesites, y que siempre te haré un hueco para oirte y ayudarte.

Nunca te dije "Te quiero" y me arrepiento de ello, pero te lo digo de corazón: te quiero. Y no porque haya pasado esto dejaré de hacerlo; sólo he de acostumbrarme a no verte como algo que pudiera ser sino como algo que fue.

Un beso muy grande. Adiós cielo, adiós.