domingo, 27 de abril de 2008

Advertencia a los aventureros...

Aquí comienza la historia. Cuenta cómo entré en posesión de los conocimientos necesarios para hacer un blog y de cómo conseguí el don de lo absurdo. No es una historia para personas de piel delicada y nervios débiles, a las que me gustaría recomendar que vovieran a quitar esta dirección de "favoritos" y se largaran a ver los blogs infantiles. Vamos, vamos, desapareced, bebedores de té de manzanilla y lloricas, ¡aquí se habla de aventura, donde leer sigue siendo una auténtica aventura! Y defino aventura, al estilo antiguo, según el diccionario de Anitta: "una empresa temeraria realizada por ansia de investigación o arrogancia; con aspectos amenazadores para la vida, peligros imprevisibles y, a veces, resultado fatal".

Sí, hablo de un lugar donde leer te puede llevar a la locura. Donde los blogs pueden herir, envenenar, incuso atar. Sólo quien esté realmente dispuesto a aceptar estos riesgos por leer este blog, quién esté dispuesto a jugarse la vida para participar en mi historia deberá seguirme al párrafo siguiente. A todos los demás los felicito por su decisión cobarde pero sensata de quedarse atrás. ¡que os vaya bien, gallinas!. Os deseo una existencia larga y mortalmente aburrida y, con esta frase, me despido.

Bueno. Después de haber reducido a mis lectores probablemente, ya al principio, a un pequeño grupo de audaces, quisiera saludar cordialmente a los que han quedado: ¡Os saludo, temerarios amigos, estáis hechos de la madera de la se hace un aventurero! Y ahora no perdamos más el tiempo y empecemos de inmediaro nuestra expedición. Porque es un viaje lo que vamos a emprender, un viaje para buscar nuevas historias absurdas. Atáos bien los zapatos: un largo trecho del camino pasa por terreno peñascoso y desigual, y luego por pastizales monótonos donde hay gruesos tallos que llegan a la cintura y cortan como navajas. Y que finalmente desciende profundamente por un sendero oscuro, laberíntico y peligroso, hasta las entrañas de la tierra. No puedo prever cuántos de nosotros volveremos. Sólo puedo recomendaros que no perdáis el valor... ocurra lo que nos ocurra.

¡Y no digáis que no os advertí!

1 comentario:

AD / CC dijo...

Jajaja, tú no te habras llevado a Lyon una de esas botellitas de aceite de girasol ucraniano verdad? Joo Slothy que pena me da que te hayas ido de nuevo, que sólo te vi 1 día!! :(
Bueno te deseo buen final a tu empresa, yo mientras tanto, seguire buscando el tesoro de Willy.

Un muackkss muy grande.