martes, 22 de abril de 2008

Dos semanitas en mi país...

¡¡Por fin he estado en España!!

Las cosas por aquí parecen no haber cambiado en forma, pero sí en esencia. Los diferentes grupos de amigos, cada uno de su padre y su madre, han sufrido el leve cambio que a mis ojos es más que evidente, más debido a no ver el desarrollo cotidiano que a no ver que la gente evoluciona, ya sea a la madurez o al infantilismo.

He visitado y me han visitado, y eso me hace sentir bien, sentirme integrada, sentir que aquellos que son amigos siguen al pie del cañón, sin novedades en el frente pero con pequeños matices que, si bien me desubican, son fáciles de asumir.

Tal vez sea el hecho de vivir en otro país, sin casi amigos (éstos entendidos como tales y no como simples "conocidos" que pasan por mi vida sin pena ni gloria), con costumbres y formas de ser muy diferentes a las que ya domino en mi país, véase: ser alegres, disfrutar de las pequeñas cosas, de unas cervecitas con los amigos, de hablar entre la gente, en fin, esas cosas que estoy casi por jugarme el pescuezo que las da el astro sol.

La famosa frase de "Spain is different" cobra ahora más sentido que nunca y es que, muy a mi pesar, uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que le falta.

No me considero patriótica, pero he de reconocer que en el tiempo que he estado y estaré fuera, seguiré echando de menos a España, sus gentes, su carácter y sus pequeñas cosas; todo porque Francia se esfuerza cada día más en "disfrazarse" de algo que no es: un país alegre, culto, lleno de vida... y eso amigos, en mi tierra, se llama hipocresía.

Prefiero las formas rudas de llamar a alguien gilipollas, sea porque se lo merece o porque lo es y no una sonrisa falsa al saludar y luego clavar un puñal con saña y alevosía, a lo trapero, al estilo francés, por la espalda...eso sí, todo con mucha "politesse" y mucha elegancia.

Defiendo la infinidad de palabras peyorativas de este mi (nuestro) léxico castellano y, sin dudar, el derecho a usarlo a conveniencia, aunque esté en otro país que no hable mi lengua, pero que sin duda la cara de pocos amigos y la entonación usada denoten que "contenta" y "feliz" precisamente no estoy.

Ahora, es cuando me uno al clan de los que pregonan: "Spain is different" y añado: VERY DIFFERENT ;)

1 comentario:

Daniel Borches dijo...

Hola guapísima,

¡Cuanta razón tienes! Es curioso que haya que alejarse de España para apreciarla realmente, no por lo que es, si no por la gente que tiene.

Supongo que cada cual dirá lo mismo de su país, pero de todos los extranjeros que conozco que han pasado por España, todos, tienen algún comentario de "España es diferente". Por algo será. No he oído comentarios así de otros países muy a menudo no.

Y a lo del cambio sutíl de la gente que se queda.. pues claro que se nota. Pero no te engañes, tu también has cambiado. Lo que pasa es que ahora los cambios no están alineados. Antes todos cambiábamos siguiendo la misma línea; estudio, exámenes, trabajo, etc. Tú has roto la línea común al dibujar una nueva línea que pasa por Francia, con lo que es normal que en los cruces de línea, te encuentres cambios.

Lo que hemos de hacer es procurar que nuestras líneas se crucen más a menudo, para así poder charlar alegremente con una cerveza en la mano de las curvas tan interesantes con las que nos hemos encontrado en el recorrido.

Un besote.

Dani