Jodida pero contenta II (SIAMU)

Tranquilos chic@s que no me he muerto!! (PERO CASI). Como la vez anterior, os pongo en situación: guardias de SIAMU (traducción del francés: cuidados intensivos, anestesiología y medicina de urgencias):
- Lunes a sábado: de 18h a 10am
- Domingo: de 16h a 22,30h.
(Y encima en el puente de Todos los Santos, el hospital cerrado y nosotros con los de la UVI y los de urgencias del hospital..las hay tontas, pero como yo, ninguna!!)

Una matada como podéis comprobar. En fin, todo sea por hacerse un hueco en este tan difícil mundo de la veterinaria...He trabajado con perros y gatos, que como sabéis, "me encantan", asi que ya os podéis ir haciendo una idea de hasta qué punto me lo he pasado bien; para más INRI, era la UVI, asi que no me ha sido agradable en absoluto, los casos que había eran extremos y...bueno, una tiene su corazoncito y...he sufrido mucho con una de ellos, una caniche llamada Olly, a la cual dedicaré una entrada.
Al margen de la dicotomía moral. Los cuidados eran cada 1 o 2 horas y ha habido momentos en los que se nos solapaban las horas, porque hemos estado a tope. Para colmo, la residente encargada de nosotros, la tal Nathalie, era una soberbia de tres pares de cojones; me decía una cosa, la hacía, y luego me echaba la bronca porque no tenía que haberla hecho...agggg...casi la saco los ojos con una cucharilla de postre. Total, como es obvio, me cabrée una barbaridad y la dije, esto en francés y con cara de mala ostia, que "je suis espagnole, mais je ne suis pas bête" (soy española, pero no imbécil) y que para mí no era necesario hacer SIAMU, asi que...o mejoraba su carácter conmigo o me iba y curraba ella. Oye, mano de santo, más suavecita que un guante hasta el domingo.
Luego, me cogió aparte y me estuvo contando que tenía buen manejo y mano con los animales, y que trabajaba mucho y bien; que lo sentía y que, esperaba que las cosas fueran mejor en los siguientes días. Claro, aquí la señora, la dijo de muy buenas formas, a la francesa, que aunque a ella la sorprendiera que estaba en último año y que tenía dos años más que ella. Que era capaz de aguantar carros y carretas de broncas por algo mal hecho, y que para eso estaba aquí, para aprender, pero que JAMÁS me volviera a faltar el respeto, porque entonces iba a saber cómo es una españolita cabreada. Lo mismo no apruebaba la asignatura, pero ésta terminaba llorando por mis santas pelotas. ahhhh, en fin, que tontos los hay en todos los sitios, pero en Francia parece que se concentran más.
Durante las guardias apenas tenía tiempo de descansar ni 5 minutos..todo era calcular dosis, administrar fármacos, regular perfusiones, hacer exámenes clínicos, evaluar dolor, poner catéteres, coger sangre de yugular (o de donde fuera), hacer análisis de sangre, de orina, sondar, limpiar heridas, hacer radiografías, reanimación (se nos fueron tres animalitos), pasar datos a los ordenadores, atender las consultas, calentar suero, limpiar jaulas, sacar a los perros a pasear, hacer el planing para los del turno de mañana...vamos, apretado apretado. En mi vida había cogido una vía o sacado sangre de yugular, ni que decir tiene que de tratamientos específicos sé lo justo y que de perfusiones y catéteres para qué contaros; basta una semana aquí para amortizar, más que de sobra, los años empleados en Madrid. Aquí: "Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como".
El sistema de UVI es excepcional. La sala está perfectamente diseñada para que tengas todo a mano, el orden es exhaustivo y la limpieza extratraordinaria. La sala de medicamentos es cojonuda: fármacos ordenados por orden alfabético, perfusiones en orden decreciente de volúmenes y de soluciones, catéteres por tamaños y alargadores por medidas. Agujas y jeringas ordenados de menor a mayor, gasas, vendas, esparadrapo, soluciones desinfectantes...comidas especiales ordenadas y separadas por especies; equipo de reanimación preparado para usar (siempre). Frigorífico sólo de medicamentos, otro para la comida, otro para los análisis. Caja de seguridad, con llave, para la morfina.
Máquinas de centrifugación, tiras para análisis de cualquier tipo, instrucciones de los aparatos en la pared y valores de referencia también a la vista.
A las 8 de la mañana todo el mundo ha de tener pasado al ordenador, en el CLOVIS (el programa habilitado para los pacientes del hospital: una pasada), todo lo ocurrido al animal del cual te encargas. Imprimirlo y contárselo a los del turno de mañana, todo el mundo alrededor de una mesa cogiendo apuntes de lo que hay que hacer y en donde se decide qué tratamiento recibirá cada paciente, sus modificaciones y si puede o no vover a casa.
Todo el mundo es puntual y cumple con sus obligaciones, por lo que la base de datos está actualizada siempre.
Como veréis, así, aunque no quieras, y aunque trabajes a destajo, las cosas son más fáciles.
En fin, qué queréis que os diga: JODIDA PERO CONTENTA.