Montpellier

El finde pasado decidí salir de mi vida monacal e irme a visitar a Diana (la que vino conmigo a París) y, bueno, lo de la huelga de transportes mejor lo cuento al final, porque eso no es lo importante.

Me planté en Montpelier y lo primero que hice nada más bajarme del tren fue "CONFUNDIRME DE DIRECCIÓN" para ir a la salida, así que allí me véis, con mi super abrigo amarillo (porque no sé si os he dicho que en Francia parece haber funerales todos los días, NO EXISTEN LOS COLORES; comúnmente aceptados son el negro, el marrón y como mucho, el burdeos) dando vueltas con mi mochila por el andén, cualquiera que me viera (que no era difícil) debió pensar que seguro que no era francesa. A todo esto, me tocó viajar con un chico guapo guapo en el tren, así que llegué la mar de contenta.
Misión cumplida, salí a la calle y: jooooooder, un tranvía estilo Ágatha Ruíz de la Prada me saludó, no he visto una cosa más hortera (no hay traducción al francés de esta palabra, como tampoco existe la equivalencia de la palabra soso; no sé, a esta gente les falta hasta vocabulario!), el tram llevaba mil y una margaritas de colores estridentes, pensé "No, si a ver a quién le pilla uno de estos, porque alegar que no le has visto es un poco jodido eh?" (más tarde me cuentan que un tío se ha tirado a la vía para suicidarse; pero cuidado, que van a velocidad absurda, así que no me explico demasiado como pudo suicidarse así...bueno, siempre hay maneras patéticas de morir).
Por fin me encuentra Diana. Venía acompañada de Carmen, una chica majísima, super chiquitilla (tamaño Ari más o menos) que tiene un humor de esos que me chifla!. Decidimos ir andando hasta la plaza principal, que estaba a 5 minutos, porque ellas querían que la viera (al cabo del finde me la sabía de memoria; Monpellier es mazo de chico, asi que por cojones pasas por la plaza).
Llegamos a Triolet, su residencia, y allí pasamos la tarde, comimos y vimos videos de música mientras parloteábamos de lo divino y lo humano. Esperamos a otra chica, Virginia, valenciana, psicóloga, que tenía en su haber más de 9 años de teatro, así que...ya os podéis imaginar el show que es estar con ella; es super graciosa!. Y de ahí, nos enrollamos a charlar y salimos a las dos menos cuarto de la mañana, con lo que nos tocó ir andando hasta la zona de los bares, que para variar está en la otra puta punta de donde viven ellas. Claro, yo me preguntaba si habría más españoles, y como no habían quedado con ellos, pues claro, dije que vaya nochecita!. Pero de eso nada; Montpellier tiene dos bares a los que va todo el mundo, y el resto de propietarios se mueren de hambre. Llegamos al bar y allí estaba un tropel ingente de españoles, asi que: esta es Ana, est@ es...mil, eran mil; pero al final me lié a hablar con uno de ellos, Álvaro, un chico de Madrid (el más normal de todos, porque el resto...están pirados!; ya veréis porqué conforme vayáis leyendo esta entrada), que es biólogo; el tío es tan friki como yo, y hablamos de mil cosas. La noche terminó a las 5,30 de la mañana con huída masiva del bar este, y en camino al otro; mientras caminábamos al otro antro (el cual no llegué a ver) nos cruzamos con unos franceses cansinos, que nos dieron la chapa durante todo el camino, mientras se sucedían una amalgama de situaciones absurdas como llevar a dos chavales encocados haciendo gilipolleces con la bici, arrancar una vitrina de un restaurante, pararnos a hablar, todos en corro, y que se acerque un francés borrachísimo (no borracho, borrachísimo), se quede mirándonos y luego se eche la mano al culo y ponga cara de dolor agudo (sería maricón? le habrían dado por culo? se habrá caído? no sé, es un misterio, pero yo me eché unas risas a su costa que para qué) u otro francés borracho que se agregue al grupo y se quede con cara de haba, sin decir nada, ahí en medio de todos.
Mientras caminábamos Diana, Carmen y yo, vimos que de repente un francés paraba a otro por gestos, paraba un coche y cual es nuestra sorpresa cuando miramos al suelo y vemos a un chico con la cabeza abierta y sangrando. Aquí la señora, que le encantan estas cosas, dijo que, dado que había pivotes de estos altura rodilla, de piedra, en la acera y que el chico iría como una cuba, pues que haría lo que todos los borracho: EL SUBNORMAL. Así que se subiría en uno, y con el equilibrio que caracteriza a los borrachos, pues se caería de cabeza y aquel era el resultado. Mientras, la escena se convertía en dantesca, porque los del coche salieron hechos unos fieras diciéndo que porqué coño les hacían parar, lo amigos del escalabrado alegaban que era obvio el porqué, así que allí ves a 7 tíos discutiendo a voz en grito en plena calle a las casi 6 de la mañana, mientras uno de sus colegas yacía con la mitad de los sesos fuera y...digo yo chicos, no sería más fácil que llamárais a una ambulancia? o que los del coche lo llevaran a urgencias?...NO, para qué, es más divertido discutir con la gente porque "he de ir a recoger a mi novia que está pasando frío en la otra punta de Montpellier y tu puto amigo no me deja pasar!". Franceses. No coments.
Total, al final nos fuimos cada uno a nuestras moradas y hasta el día siguiente no nos volvimos a ver.
Pero decidí, que dado que me alojaban en su resi, pues que sería un bonito detalle pagarles a todos el pedo comprando vino y cocacola...y así fue. Prometimos a Álvaro mandarle un e.mail para que viniera a tajarse y con la tontería terminamos 6 personas en una habitación de 6metros cuadrado bebiendo vinacho y viendo monólogos hasta la 1 de la mañana!! no os podéis imaginar lo que nos reímos.
Cogimos el último tram y yo me aislé con Álvaro y fuimos los dos hablando de las películas que nos molaban: joder, nos molan las mismas; cuánto tiempo hacía que no tenía una conversación de esas en las que te sabes los diálogos porque eres una friki, pero que el que habla contigo los continúa porque es más friki aún!!!!. Así que repaso general: el indomable will haunting, descubriendo a ford ester, en busca de bobby fisher, la teniente o.neill, el bueno el feo y el malo, matrix, 300, el club de los poetas muertos....wow! me lo pasé teta. Al final acabamos de nuevo en el mismo bar de la noche anterior, álvaro y yo salimos antes porque a este chico también le cansa la música tecno y eso, así que a charlar de nuevo mientras se nos acercaban los más colgados a pedir papel, tabaco, mechero...
Diana salió de la discoteca contando que a Carmen la habían robado el abrigo y...os podéis imaginar como salió Carmen no??? cagándose en la madre de la puta república francesa, que no había parido nada más que hijos de puta y gilipollas. Tras conseguir que se calmara algo, decidió tirar ella sola para alante, pero aquí la panda de amigos la seguíamos de cerca por si la pasaba algo o la daba por hacer alguna tontería. Íbamos como en el tour: cabeza de carrera: Carmen, cabeza de pelotón a 4 min: Álvaro y yo; fin del pelotón: Diana y Jesús (un gallego que estaba como un semental de excitado y que la estuvo dando el coñazo todo el camino).
Casi al final, Álvaro se desvía del camino para ir a su residencia y Diana, Jesús y yo seguimos camino. Y de esto que oímos un coche acelerando, de estos que ya va a unos 150 km/h en plena ciudad y que pensamos y dijimos los 3: lástima no se de una ostia coño!. PUES SÍIIIIIIIIIIIIII! se la dió, no he visto dar bandazos así a un coche en mucho tiempo. Se saltó un semáforo, se acojonó porque salió un coche (que frenó) y como os podéis imaginar, un volantazo a tal velocidad viene acompañado de otros mil volantazos más para estabilizar el coche. Cuando ya ha frenado se acerca el coche que había frenado para ver si estaban bien, el copiloto se baja, le diría que sí y el del cohe se fue (¿?¿?¿?¿?) y...bueno, aquí viene mi comentario del momento: soy yo el copiloto, me bajo, abro la puerta del conductor, le cojo por la cabeza y no paro hasta machacársela yo misma contra el volante. Tío que te mates tú de pm, pero que encima me intentes matar a mí, por ahí no paso.
Nada, esto es todo. Al día siguiente, a la estación...bueno, una hora de retraso de mi tren POR LA PUTA HUELGA DE TRANSPORTES!!! y por fín, marcha a Lyon de nuevo; esta vez sin tío bueno en el vagón.

Supongo que el que más y el que menos se le ha pasado por la cabeza, que dado que aquí la que narra está a dos velas, pues que Álvaro caería no??? PUES NO. Ni lo intenté, tiene novia, a la cual aprecia, así que, me llevo el recuerdo de una encantadora conversación con un chico normal y friki ;).