lunes, 10 de marzo de 2008

El videojuego d'Ógab

El que más y el que menos ha jugado alguna vez a un videojuego. Unos, como yo, se quedan en los antiguos o en los clásicos, véase el tetris por ejemplo. Pero otros se actualizan y se compran grandes ordenadores que sean capaces de mostrar la calidad de gráficos que éstos traen o que posean la fuerza necesaria como para el videojuego funcione tan bien que realmente les haga creer que se encuentran dentro de ese "otro mundo" en el cual siempre son los protagonistas.

Bien, si analizáramos estos últimos, nos daríamos cuenta de que son una excelente metáfora de la vida que cada uno vive; ya que cada uno es el protagonista de su propia vida y en ella hemos de superar una serie de pantallas, fases, partes o como narices se las llame ahora (ya he dicho que a mí del tetris no me sacan), que se ha de superar una prueba final para poder guardar lo que se ha hecho en la fase anterior (vendría a ser el pasado, las experiencias y la memoria) y que según avanzas trae consigo alegría, frustración, estancamiento...vamos, la vida misma. La única ventaja de los videojuegos es que:
- si nos cansamos, dejamos de jugar o cambiamos de juego.
- si nos matan, podemos volver a intentarlo.
Por desgracia la vida no nos deja hacer esto; si nos cansamos, nos jodemos; y si nos morimos, pues...

Siempre he pensado que la gente que llega a pensar que realmente tal metáfora es cierta, se desliga de la gente de alrededor (amigos, familia, entorno) y piensa realmente que los errores que ha cometido no son importantes porque puede volver a repetir esa pantalla y, al fin, pasársela.

Existen muchas ayudas en los juegos, y el que es realmente bueno (esto es, ha pasado mil horas delante de ellos quebrándose los sesos para pasar una trampa o una pantalla, o ya sabe muy bien de qué va la historia) las identifica al instante, no duda, tira para delante porque sabe exactamente lo que va (o puede) ocurrir. Insisto, por desgracia, la vida no es así.

Hay una serie de personajes, en determinados tipos de videojuegos, que tras meterte una charla te obsequian con algo, o se obsequian a ellos mismos ya que son la clave para solucionar algo en un determinado momento; después, será el propio jugador quién decida seguir con esa ayuda o no, utilizarla o no, o simplemente saltarse esa parte porque en ese instante tal personaje no es, ni de lejos, útil a su objeivo.

Bien. Dicho esto, he de decir que en una de las pantallas de mi vida he sido ese personaje incordioso en la pantalla de la vida de otras personas; la mayoría de ellos me han cogido como compañera de aventuras y yo les he dado lo mejor de mi personaje, ya sea mi sabiduría, mi compañía, mis ideas o, simplemente, la clave para pasar de pantalla. Sin embargo ha habido una vez, participando en el juego d'Ógab, que ni siquiera he tenido la oportunidad de dar esa charla que da mi personaje al principio...sí, se lo que andáis pensando; efectivamente, dolida y frustada sería poco para definir lo que siento; pero bueno, no pasa nada.

Ógab, en mi videojuego me supuso un buen reto mental y cultivar determinados fallos de mi personaje para convertirlos en virtudes; véase la paciencia, la fuerza, el aguante y la habilidad.

Sólo decir que, si bien Ógab en mi juego fue una figura de primeras muy valiosa, con el tiempo la he terminado abandonando por caer en la cuenta de que traía más problemas que alegrías y que no quedaba muy claro si boicoteaba mi paso de pantallas o me daba la clave para pasarlas.

Sin embargo, estoy segura de que yo en su juego hubiera podido ayudarle, no solo como compañera de viaje, sino porque al eliminarme de primeras, no pudo ver que mi habilidad y fuerza le hubieran ayudado a enfrentarse al monstruo que le espera al final de la actual pantalla.

Por desgracia la vida no es un videojuego. No se guardan pantallas ni se tienen, en la mayoría de los casos, segundas oportunidades. No podrá pasar de pantalla, porque él sólo no reúne las características necesarias para validar la pantalla y guardarla.

Tendrá que cambiar de juego.

1 comentario:

--> Aredhel <-- dijo...

wenas! debes tener fiebre.. tantas actualizaciones seguidas..
vaya grupito os juntásteis madre, y está claro que os lo pasásteis bien, pero que triste lo de las 12.. como la cenicienta, jeje. pero me alegra ver que conseguís hacer algo diferente de vez en cuadno.
me ha gustado el detalle sopresa del camarero, qué considerado y qué cara se te tuvo que quedar, ;)

y de este post.. pues... no coment.. que a veces en los videojuegos te lo ponen muy difícil para encontrar la clave y pasar de pantalla..